martes, 13 de mayo de 2014

Capítulo 33.

¨-Desde que tengo uso de razón, la especie vampírica ha estado dividida en dos; por un lado están los Marwolaeth, que significa muerte en galés y por el otro estamos los Wrach; bruja.
Al principio todos eramos una sola raza, esa era la mía, la raza Wrach. Los humanos nos apodaron así dado que empleábamos a lo que ellos llamaban magia y eramos confundidos con las brujas y los brujos. 
>>Existen cuatro poderes de la naturaleza; Tierra, Agua, Aire y Fuego. Esos cuatro poderes están repartidos de forma equitativa entre todos y cada uno de los Wrach; de esa manera, cada  posee uno.
>> De siempre hemos estado al lado de los humanos, combatiendo con ellos en grandes batallas, ayudándolos a vencer, luchando incluso entre nosotros mismos, los de mi especie. 
>>La raza humana nos permitía vivir con ellos a cambio de protección. Se nos estaba prohibido alimentarnos de sangre humana, de ahí que bebamos sangre de animal. El Consejo lo castiga con pena de muerte o con la expulsión, quitando los poderes y los que nos hace distintos de nuestros enemigos, la vida, convertiéndonos en simples errantes del universo.
>> El Consejo está formado por los cuatro ancianos, cada uno con un don distinto, representando así a cada una de las facciones. Ellos son los que toman las decisiones importantes como cuándo hay que entrar en batalla, dónde estás destinado tras la formación, si hay que ejecutar a alguien o restarle de su don.
>>Un Wrach, nace de la unión de dos de dicha especie o de un varón Wrach con una hembra hechicera, siendo ajenos al resto de seres vivos del planeta. Cuenta la leyenda que el origen de nuestra especie fue fruto del ferviente amor de dos jóvenes  que querían vivir el uno con el otro eternamente.
La joven era una bruja muy poderosa, nunca se había visto tanto poder en una sola persona, mientras que él era un vulgar campesino que se enamoró de la persona equivocada en el momento equivocado. El padre de la chica no aprobaba dicha relación, alegando que el joven era un pobre don nadie que no tenía dónde caerse muerto. Por aquel entonces, los matrimonios ya eran concertados, el amor no importaba, solo el dinero.
Una noche, ambos decididos a permanecer juntos por siempre, escaparon, siendo tan inconscientes de que habían sido vistos. Al tercer día de su huida, la chica decidió llevar acabo el hechizo más grande y poderoso de todos los tiempo; el hechizo de la inmortalidad, aquel que libraba de la muerte a la persona sobre la que cayera; pero como todo conjuro este también venía con un pro; la sed de sangre; naciendo así la raza vampírica.
>> Siglos después, cuando los Wrach habían prosperado y aumentado en número, acordando la protección de los humanos, tuvo lugar un ataque sorpresa en el territorio de Gales, donde vivían uno de los cuatro ancianos, Mikael y su esposa, creadores de la inmortalidad. 
La esposa de Mikael, Simpay, cayó en manos de los atacantes y su marido, desesperado sin saber que hacer, solicitó ayuda al Rey. Este se negó diciendo que no era asunto suyo y que si le ayudaba, solo traería desgracia a su reino, mientras que si no lo hacía solo estaría involucrado Mikael. Este, enfadado por su rechazo tras siglos de servicios a cargo de la protección de los humanos, decidió ir  en busca de su esposa, pero cuando consiguió atravesar los muros del territorio enemigo, ya era tarde. Su cuerpo se había convertido en cenizas que corrían libres por el viento.
>>Tras años de preparación, una vez hubo reunido a la suficiente cantidad de Wrach como para poder acabar con miles de ejércitos humanos, se libró la batalla más grande y terrible que esta Tierra había visto y verá jamás. 
Los partidarios de Mikael querían exterminar a la raza humana, cansados de servir para ellos sin obtener nada a cambio. Wrach y humanos lucharon unos contra los otros durante meses derramando sangre inocente por las calles hasta que al fin El Consejo, compuesto hasta el momento solo por tres de los cuatro ancianos, decidió intervenir con la ayuda de la magia.
Brujas y brujos de todos los lugares se reunieron para crear el hechizo ¨desposeedor¨, que eliminaba el don de un Wrach, quedando así desprovistos de su magia y con él su alma, creando así una nueva raza sedienta de sangre y carente de vida, los Marwolaeth.
>> Mikael fue apresado y juzgado por sus crímenes, entre los cuales se encontraba revelarse contra El Consejo, crímenes innumerables y la separación de las razas. Su castigo fue la lapidación; enterrado en vida bajo capas y capas de tierra en el lugar más recóndito del planeta.
>> A partir de entonces, ya nada volvió a ser lo mismo. Los Marwolaeth deambulaban por las calles cuando el Sol se escondía en busca de sus presas para arrebatarles sus vidas. Los Wrach huyeron asustados; amenazados por la raza humana temerosa de los vampiros. Permanecemos ocultos desde entonces, enfrentándonos contra los hijos de la noche en una batalla que jamás tendrá fin. Pero eso no fue todo. El Consejo tomó una última medida para que aquello no volviera a suceder, para que Mikael no despertara jamás. Llevó a cabo un plan casi impensable, algo que no había tenido lugar
nunca antes en la historia de la creación.  Creó a Los Guardianes y a los Advengers.
>>Los Advengers son Wrach con un poder extra. Son cuatro, cada uno con un don distinto al resto y asociado a su poder natural. 
El Aire tiene el don de la visión, hace que los demás vean lo que él quiere que vea. Es como la coerción, solo que llevado a un nivel superior.
El Agua está atada a la invisibilidad. El Wrach que lo posea puede hacerse invisible a cualquier ojo humano o sobrenatural.
La Tierra posee el don de la telepatía. Escucha los pensamientos de los demás y puede hacer que los demás escuchen los suyos propios.
Y por último el Fuego, asociado a la electricidad. Es capaz de crear campos de fuerza impidiendo que el resto de poderes surjan efecto sobre él.
>>Los Guardianes son humanos que han sido alimentados con sangre de vampiro durante años y entrenados para acabar con los hijos de la noche.
Ambas creaciones pasan de generación en generación, con el único propósito de impedir que la tumba donde se halla Mikael sea abierta y con esto su resurrección. Los cuatro Advengers junto con un Guardián son los únicos que pueden abrirla mediante el empleo de sus sangres, rompiendo así el sello que la mantiene unida y la supervivencia de la Tierra.¨
-¿Soy una Advengers?
Leí aquellas páginas al menos unas cinco veces y cada vez que llegaba al final, volvía a empezar sin comprender verdaderamente lo que decían.
Había estado buscando respuestas y al fin las había encontrado, pero ahora no estaba demasiado segura si me gustaban. De un momento a otro mi vida había dado un vuelco de trescientos sesenta grados. Hacía tan solo unas horas era una Wrach adolescente del montón y ahora era una chica que tenía que impedir que un maniático psicótico resentido con la humanidad despertara de entre los muertos. Definitivamente no daba crédito  a lo que estaba leyendo.
¿Por qué nadie me había dicho nada al respecto? Se suponía que debía saberlo ¿no? y mis padres nunca me habían dicho nada. No sabía si dar saltos de alegría porque por fin sabía la explicación de mi segundo don o llamar a mis padres y pedirle explicaciones después de soltar alguna que otra barbaridad.
-No puede ser -resoplé, pasando los dedos por mi pelo con frustración.
Agobiada y cabreada me levanté torpemente de la cama y me puse a dar vueltas por la habitación, soltando cada cinco segundos otro frustrarte suspiro. Si seguía resoplando de aquella manera despertaría a Tiffany y si no paraba de tirarme del pelo acabaría calva, pero me era realmente imposible parar.
-Dios, Dios, Dios...
Paré de golpe y miré el libro de reojo como si él fuera el causante de todos mis problemas y posteriormente volví a lanzarme sobre la cama para releer lo que ya había leído al menos unas diez veces, se podría decir que ya hasta me sabía las frases de memoria.
¿Se suponía que era una Advengers? ¿Que tenía que proteger la tumba de un Wrach fosilizado? Y de ser así... la pregunta del millón era ¿por qué ahora? ¿por qué no cuando nací? ¿por qué mis poderes habían salido a la luz justo en ese momento?  ¿Debía de creerme lo que ponía en ese libro?
*Respira e inspira, respira e inspira* pensé para intentar recobrar la calma.
Todo era tan sumamente confuso que ni tan siquiera había reparado en la cosa más importante de todo. Nada de poderes nuevos, nada de historias de amor, nada de proteger tumbas ni personas, nada de guerras ni de nuevas creaciones, nada de guardianes ni nada de perturbados. Una frase dispuesta a cambiarlo todo, a darle sentido a mis alucinaciones, a mis pesadillas, al por qué vi a Cinthya en la enfermería cuando ella aseguraba que no estaba, al ataque de las abejas... a la muerte de Mía.
*El Aire tiene el don de la visión, hace que los demás vean lo que él quiere que vea. Es como la coerción, llevado a un nivel superior.
-Una coerción a nivel Dios... -musité con incredulidad.
Si se suponía que cada uno de esos dones iba ligado a otro, eso quería decir que allí había un Wrach como yo, es decir, otro Advengers y si se suponía que el don de la visión estaba ligado al don del aire, eso me llevaba a tres personas: Daniela, Tom y Martin Smith. Pero claro siempre cabía la posibilidad de que todo lo que había leído se tratara de una mentira más grande que un templo y que el hombre que lo escribió solo se fuera un maniático aburrido jugando con las cosas que no debía, aunque eso era una mera excusa que me puse a mí misma para intentar salir de mi perplejidad del asunto. Era eso o pensar que uno de mis compañeros se dedicaba a hacerme fechorías por el puro placer de divertirse.
Cuando Cinthya apareció de nuevo en la repisa de mi ventana, no pude evitar dar un bote sobre el colchón, asustada de verla; y al parecer, mi cara no era precisamente la de la chica más guapa del mundo o eso fue lo que me pareció a mí al ver la expresión de horror de su rostro fijo en el mío.
-¿Alex? ¿Te encuentras bien? -saltó a toda velocidad sobre mi cama, poniendo ambas manos en mis mejillas.
¿Que si me encontraba bien? Bueno, técnicamente doler no me dolía nada, simplemente estaba en la inopia en esos momentos.
Cuando Cinthya se enfadó conmigo al ocultarle todo el  asunto de mis alucinaciones y pensó que había vuelto con Tom en vez de decirle la verdad, me juré a mí misma no volver a ser tan estúpida de  mentirle nunca más, pero estando en la situación en la que estaba, era un juramento muy difícil de mantener. La chica se merecía una respuesta verdadera, me había apoyado en todo y ¡qué diablos! ¡era mi mejor amiga! pero aquel no era momento ni lugar para decírselo. Esperaría a que saliera el Sol, despejar mi mente y aclarar mis pensamientos y así poder procesarlo todo y contárselo a ella.
Ansiosa por obtener una respuesta, me agarró por lo hombros y me zarandeó con brusquedad al ver que no había movido ni un músculo.
-¿¡Alex!? -ahogó un grito, consciente de que Tiffany se hallaba dormida a tan solo unos escasos metros.
-Sí -contesté, poniendo mi mejor sonrisa- estoy bien, es solo que no puedo dormir, debo de tener una pinta espantosa ¿verdad?
Si  pensaba que con un par de frases coherentes y una sonrisa falsa iba a burlar la guardia de mi amiga, estaba muy equivocada. Tan pronto como me levanté para vestirme, ella tiró de mi muñeca para volver a sentarme en la cama.
-¿Te he dicho aluna vez que mientes fatal? -dijo con brusquedad, mirándome con los ojos achinados.- Me prometiste que no me ocultarías nada.
-Y no lo hago.
-Alex...
-A ver, Cyn... -resoplé, dejando la frase inacabada.
Claro que quería contarle todo lo que había descubierto, pero ni siquiera yo misma sabía lo que era. Solo quería despejar la mente y aclararme para después decirle todo y obtener su apoyo, pero no lo iba a entender.
-Cyn, estoy bien, de verdad, ahora mismo es mejor que no... -negué la cabeza con la mirada puesta en ninguna parte- que no te cuente nada. No sé lo que he descubierto, tengo que ... no sé, asimilarlo todo. ¿Lo entiendes?
A pesar de la poca luz que se filtraba por la ventana abierta de la habitación, pude ver un brillo singular en los ojos de mi amiga que me gritaban el conflicto moral que se batía en su interior. 
Era duro lo que le estaba pidiendo, ni yo misma habría sido capaz de decir que sí y dejarlo estar si ella estuviera en mi lugar y yo en el suyo, pero hacerlo ahora no era bueno para mí. Estaba siendo injusta, sí, porque Cinthya solo se preocupaba por mí mientras que yo la apartaba, pero no podía.
-¿Cyn? -le cogí las manos y las puse en mi regazo mientras la miraba con intensidad a los ojos. Solo esperaba que me entendiera.
-Me prometiste no volver a mentirme nunca más.
-Y no lo estoy haciendo.
-¿Me lo prometes? -susurró con tristeza.
-Te lo prometo. -Tiré de ambas manos y las enrosqué en mi cuello para poder abrazarla con fuerza.- No te esto mintiendo, solo necesito aclararlo todo.
-¿Es ese libro no? 
-Sí...
*... es ese libro* acabé la frase mentalmente.
En realidad no se trataba solo del libro, sino de todo lo que sucedía a mi alrededor.
Después de varios minutos en los que permanecimos unidas la una a la otra, me marché argumentando que me tocaba el turno de guardia. En realidad no empezaba hasta dentro de media hora, pero un paseo a la luz de la Luna y algo de viento fresco no me vendrían nada mal.
Las nubes tapaban la poca luz que había y a penas alcanzaba para ver dos pasos de distancia, por suerte, sensata de mí, algo inusual en los últimos días, saqué mi pequeña linterna.
El gélido aire se colaba por los huesos hasta llegar al tuétano y tuve que arebujarme dentro de mi chaqueta de cuero. Era una noche especialmente fría, la más desde que estaba en Canadá y realmente estaba cansada de ese lugar. Quería volver a casa con mis padres. Sonaba muy cobarde viniendo por mi parte dado que en teoría los Wrach eramos valientes guerreros preparados para luchar, pero solo éramos eso, guerreros.
El descubrimiento de mi verdadero cometido en la vida, el pensar que probablemente había alguien como yo que se dedicaba a atormentarme y lo peor de todo, que era alguien cercano a mí, era algo totalmente nuevo a lo que nunca me habría parado a pensar que pudiera suceder. Pero lo que más me dolía no era el hecho de  que algún amigo me estuviera acosando o que mis poderes significasen tener otro tipo de responsabilidades; lo que más me dolía era que nadie me lo había dicho.
Pasado un rato desde mi partida del edificio central, me detuve a mirar a mi alrededor y echar un vistazo al lugar en el que me hallaba. Había estado tan ensimismada en mis pensamientos, que no me había dado cuenta del rumbo que había tomado. Los árboles eran más densos allí, por lo que supuse que me encontraba en la zona más interna del bosque.
-Será mejor que vuelva -me dije a mí misma.
Di media vuelta sobre mis propios pasos, pero la imagen que vi ante mí me detuvo de repente.
Tiffany, mi gentil y amable compañera estaba de pie, apoyada en un árbol, sonriendo en mi dirección con una mueca  aterradora. Sus ojos rojos me perfilaban de arriba a abajo, como si yo fuera su plato favorito.
-Buenas noches -siseó entre dientes.
-¿Tiff? 
Mi vos sonó todo lo fuerte que pudo sonar teniendo en cuenta que prácticamente había enmudecido ante su presencia. Complaciente consigo misma al ver la reacción que había causado en mí, dio varios pasos en mi dirección, quedando dentro del círculo de luz que desprendía mi linterna.
Tenía la camisa del uniforme algo roída, al igual que su falda desaliñada y mal colocada, pero eso no era lo más destacable. Estaba completamente bañada en sangre.
-¿Q-qué haces aquí? -fui capaz de pronunciar de la forma más entendible que pude.
-Tomar un tentempié -sonrió, mostrando sus colmillos a la vez que chupaba un dedo manchado de sangre.
-¿Qué haces? -chillé, histérica.- ¡Basta! ¡No eres real!
Una risa felina vino acompañada de una amarga carcajada que hizo que encolerizara aún más. 
No era posible, yo misma había visto a Tiffany dormida en su cama. Esto no era real, parecía que sí, pero no lo era. 
Enfadada, apreté los puños a ambos lados de mi costado e hice que un círculo de llamas naciera alrededor de la imagen de mi compañera, que ni tan siquiera se inmutó.
-¿No soy real? 
-De ser real y ser un vampiro estarías gritando de dolor -dije entre dientes.
-Muy inteligente por tu parte -ensanchó aún más su sonrisa, a medida que avanzaba hacía mí entre las llamas sin hacerse ni un rasguño.- Pero dime, si no soy real... ¿cómo podría hacer esto?
De un momento a otro el mundo se me vino encima al sentir sus dedos atravesándome el estómago. Un chillido de dolor perforó mi garganta abriéndose paso entre las paredes de mi tráquea y haciendo que el dolor pasara a mayores en mis cuerdas vocales.
-Dime -susurró con sus labios pegados en mi oreja- ¿es este dolor real?
*No, no lo es, no puede ser real, Tiffany ni es una Marwolaeth. Esto es solo una alucinación, no es real.* Por mucho que intentaba tranquilizarme, el dolor en mi estómago no me dejaba pensar con claridad. Era tan intenso... 
De repente, como si alguien hubiera accionado un botón, algo me vino a la cabeza. En el libro había leído que yo poseía el poder que me permitía  neutralizar el de los demás, eso implicaba que si verdaderamente lo que estaba viendo y sintiendo solo era una mera alucinación, si conseguía crear un campo de fuerza conmigo dentro, acabaría.
Puse todo mi empeño y las pocas fuerzas que tenía en crearlo, pero los nervios y el dolor me impedían concentrarme al cien por cien, pero al final lo conseguí y de un momento a otro, todo desapareció, quedando solos el bosque y yo.
Aturdida, me dejé caer sobre la hierba seca, buscando algún signo de realidad, pero solo había árboles y oscuridad, nada más. Si había tenido alguna duda de lo que estaba escrito en el libro, había desaparecido.
Una sensación de cosquilleo golpeó mi cuerpo. Era extraña, pero algo me decía que también era peligrosa; como si algo o alguien estuviera intentando entrar en mi cabeza; traspasar el campo de fuerza.
-Seas quien seas, ya lo sé todo -me aventuré a decir, curzándome de brazos.
Como era lógico, no obtuve respuesta, aunque un revoloteo en lo alto de un árbol captó mi atención. Lo seguí con la mirada, viendo como pasaba de un lugar a otro hasta que terminó desapareciendo.
Debería estar asustada, pero en realidad, me sentía más fuerte que nunca.
-Alex ¿qué estás haciendo aquí? -Christian apareció de la nada entre dos arbustos bajos.
-¿Dan-dando un paseo? -inquirí, rezando porque no hiciera más preguntas.
-¿A estas horas? 
-Sip. ¿Tu que haces aquí?
-Te oí gritar. ¿Segura que estás bien?
Por muy extraño que pareciera, sí, me encontraba bien. Me sentía con fuerzas y capaz de destruir un tanque con la mirada. Solo esperaba que esa sensación no desapareciera.

.....


Nota personal:
Ya sé que te había prometido subir dos capítulos, pero he hecho lo que he podido U_U
Quería que al menos uno estuviera antes de las doce, pero no ha podido ser; aún así, espero que te guste porque este capi te lo dedico a ti, cumpleañera.
Muchas felicidades.



6 comentarios:

  1. Oinnss �� Te quiero mucho mucho, y si comento es porque no me podía callar por mucho que quisiera. Aunque no lo has subido los dos voy a empezar a comentar porque me estaba siendo super difícil no decir nada sobre lo que pasaba y no decir mis imaginaciones xD
    Ahí van:
    ME JUEGO LA CABEZA A QUE ES DANIELA! Y ella debería pensarlo porque si sabe que la otra le odia.. Y además lo que le escucho.. Aunque ya de ti me creo de to' y capaz eres de que sea Tom por venganza por dejarle o Martín que no se quien es, pero podría estar infrirtado con Daniela igual que Yum o como se llame.
    Que guay que sea diferente! A lo mejor Carter es un guardián, y eso significaría que puede ser novios xD
    Ya me imagino como podría enterarse Alex de que Carter es guardián *-* Va por la noche a su turno y de repente ve a Carter bebiendo sangre de un pequeño pajarito. Ella piensa que no es real y hace un campo de fuerza, pero el sigue ahí. El se da cuenta cuenta que esta allí y sale corriendo pero ella lo alcanza y se tira encima suya. El pide que no cuente nada y entonces llega una vampira, ella se da la vuelta y hace un campo de fuerza con Carter dentro y la vampira no puede entrar. Luego la matan y hablan y eso xD Lose, tengo mucha imaginación pero me encantaría que fuese así *-*

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    1. Tomatelo como regalo de cumple ¿va? :)
      La mala o malo está decidido desde un principio, yo nunca cambio nada y lo sabes por mucho que pienses que sí XD
      Y sí, desde luego tienes demasiada imaginación...

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  2. Asdfagisdafigmakddjd *-*. Memeo con e, comentario de Arianna xd. Y estoy de acuerdo con ella, fijoo que es Daniela!!!! Y me parece que Carter esta bien de humano, quiero ver como reacciona a lo de que Alex es una wrach *O* HABER CUANDO SE VEN!! ♥♥ XD. Y que quiero más capis!! *O* Yesoadioh.

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    1. Ya sabéis que me importa muchísimo vuestra opinión pero en referente a lo que pasa o deja de pasar ya es cosa mía jajaja y te daré una pista: no lo va a descubrir, al menos de momento :)

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  3. DIOS MIO COMO PUEDE SER Q NOS DEJES ASI?!?!?!!?

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  4. Arianna me has leído la mente?
    pienso lo mismo que ella, el o la causante de lo que pasa con alex, sería Daniela, (no todas las danielas son malas!) pero como siempre nos dejaras con la mandibula en el suelo, así que puede ser tom, y sobre lo del guardián yo también creo que es Carter, pero de está novela no se puede estar segura, pero eso me encantaa!!, bueno sigue escribiendo que vales para esto y lo que te propongas, llevó un capitulo atrasao, ya comentare en el otro :)
    Bueno que me encantaa!!, y que un beso de una acosadora/fan.

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